Sembraron Terricidio, Cosecharon la Rebelión de Las Flores

por Huerquen

«Miren sus rostros, recuerden sus nombres» dice Moira Millán en la ocupación pacífica en el Ministerio del Interior por el Comité de Mujeres Indígenas de Territorios en Conflicto Autoconvocadas.

 

 

Desde el miércoles 9 de octubre, hermanas de diferentes pueblos indígenas: Qom, Mbya Guraní, Tapiete, Mapuche, que viajaron desde sus territorios, están ocupando pacíficamente el Ministerio del Interior en la Ciudad de Buenos Aires.

Viajaron para aunar voces en la exigencia del respeto a los derechos básicos de sus comunidades: autodeterminación en la educación y la salud indígena, derechos territoriales vinculados con la propiedad comunitaria de la tierra, la denuncia del daño que los extractivistas ocasionan en sus territorios como la megaminería y el agronegocio, y un largo etcétera.

En simultáneo a esta ocupación pacífica, más de 200.000 mujeres y disidencias realizaron el 34° Encuentro en La Plata, territorio Querandí, donde el reclamo por el cambio de nombre a “Plurinacional” y “de mujeres, lesbianas, trasvestis, trans, bisexuales, no binaries” se instaló en los talleres y en las calles, superando las resistencias, en lo que representa un “día histórico para los feminismos organizados” como afirma la Campaña  #NosQueremosPlurinacional y la  Campaña Somos Plurinacional. Este hecho tuvo al Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir como una de sus primeras impulsoras y defensoras.

Estas mujeres llegan a la capital con la violencia racista, etnocéntrica y patriarcal marcada en la piel: femicidios vinculados con prácticas criminales y sistemáticas por sectores criollos poderosos en sus pueblos; asesinatos y desaparición de personas, rituales macabros de violencia etnocéntrica que pretenden perpetuar un régimen de dominación, opresión y exclusión.

A estas mujeres les pesan los hijos perdidos, como Alejandra Ciriaco, madre de Ismael Ramírez, asesinado por la policía de Chaco, caso sobre el que armaron un montaje de violencia producto de un supuesto saqueo el 3 de septiembre de 2018. A quién también le arrebataron a Gabriel, su hijo mayor que cumpliría 25 años este mes, y sobre el que dijeron se había suicidado… sin dar explicaciones de por qué tenía quemaduras en sus manos. Reinalda, de 22 años y su hermana de 18, pertenecientes al pueblo Mbya Guaraní, vendieron artesanías para llegar a Buenos Aires a expresar su bronca y dolor por la falta de todo: desnutrición, falta de agua, salud y educación. Reinalda contó un caso en el que prendieron fuego a tres niños y un caso en el que descuartizaron a un niño de 7 años. Violencia que parece no tener límites y que escucharla nos lleva a otra época, pero es ahora que están pasando estos crímenes.

«Orgullosa de ser indígena» dice Alejandra Ciriaco, del pueblo Qom: “Los gajos” que son las madres y las hijas e hijos que perduran en los territorios, aún en la incertidumbre de qué futuro les espera, van a seguir creciendo. Ese orgullo se alimenta del encuentro entre pieles, historias, semillas, lenguajes y luchas. Esta lucha, que viene desde muy lejos y que viene fortalecida con siglos de resistencia, recién está empezando y luego de siete días de ocupación pacífica, las Mujeres Indígenas de Territorios en Conflicto Autoconvocadas, fueron recibidas por la Secretaria de Justicia, Dra. María Fernández Rodríguez, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

En palabras de Moira Millán, weychafe (guerrera) mapuche, vocera de la ocupación pacífica, la reunión –que contó con el acompañamiento y apoyo de la antropóloga feminista Rita Segato– fue respetuosa y han escuchado los reclamos de las hermanas que viajaron desde diferentes territorios para hacer visibles las diversas vulneraciones de derechos que sufren las comunidades indígenas. Aquí la voz de Moira Millán al regresar de la reunión:

“Queremos decirles que fue difícil, 7 días de resistencia hoy, 7 días de estar acá, con mucha fuerza, con newen (fuerza y energía mapuche), con las ideas claras, sabíamos a qué venimos, y seguimos sabiendo a qué vinimos. 

Estamos diciéndole a un país adormecido que la vida no se negocia. Que no puede haber pacto social si el genocidio contra los pueblos y contra los territorios continúa. Que no es que no nos damos cuenta que la minería o que las petroleras son progreso, que nos hemos dado cuenta que es muerte. Y por eso estamos acá, estamos para defender la vida. Venimos a hacer denuncias que eran históricas y también denuncias que tuvieron que ver con situaciones que se fueron generando en este último gobierno.

No nos queríamos ir, no queríamos dejar de hacerle saber al gobierno, por más que sabemos que no les queda nada, que le quedan días para que termine su mandato, que tenían que reparar mínimamente todo el dolor infringido. Entonces aquí vinieron los casos más emblemáticos a reclamar justicia. Y estuvimos acá junto a nuestros voluntaries, que surgió una hermandad hermosa, esa sí es una hermandad plurinacional. Esa hermandad con la que soñamos hacer nacer un nuevo país, soportando el frío, conversando en las vigilias. Acá no hubo patrones ni sirvientes. Acá no hubo mandaderos ni mandados. Acá hubo amor, en estos días de estar sosteniendo, y espero que para quienes nos quedamos continúe así y el número se vaya multiplicando.

Primero decirles que la reunión en el Ministerio de Justicia fue una buena reunión. Fue una reunión en la que fuimos escuchadas, que se plantearon principalmente tres casos: el de Marcelino Olaire, desaparecido desde hace 4 años en el hospital público de Formosa; se planteó también el caso de Ismael Ramírez asesinado por las balas cobardes de la policía del Chaco; y se planteó el caso también de la comunidad de María Mendoza, ella y toda la comunicad tiene hostigamiento, y hay casos de detenciones ilegales, tiene a su hijo preso María. Y también hay una práctica que venimos a denunciar y queremos que se termine que es la violación sistemática de nuestras niñas. En una práctica que se ha ido folklorizando y naturalizando, que se le llama “Chineo”, que esta socialmente aceptada y que nos parece una aberración a la vida de nuestras hijitas. Un “chineo” que encuentra incluso complicidad de las autoridades policiales, autoridades judiciales y también de las escuelas. Escuelas donde se produce esto, donde se identifican a estas niñas que los terratenientes y los comerciantes quieren violar. Esos casos fueron llevados hoy al Ministerio de Justicia. Esos casos fueron recibidos, acogidos y se comprometieron -y de hecho ya hemos diseñado dispositivos para hacer un seguimiento de esas causas que estaban cajoneadas-. Nosotras creemos que este trabajo que iniciamos en el Ministerio de Justicia se sostiene en la medida en que el pueblo argentino deje de ser tan racista e indolente. Porque los funcionarios que vengan pueden llegar a tener las mismas prácticas. Nada nos garantiza que este país cambie. Lo único que nos garantiza el cambio, es un cambio en sus corazones y en sus pensamientos.

Entonces, hemos decidido que todo el resto de los puntos del pliego de demandas que no fueron tratados en el área de Justicia -porque si es cierto que no le compete-, sin embargo, le hemos pedido al ámbito de la justicia, a la Secretaria de Justicia que, por favor, abrace con las diferentes áreas involucradas en las denuncias gravísimas que traemos para que también generen una mesa con el mismo respeto con la misma escucha que se desarrolló la mesa de hoy, para poder alcanzar soluciones.

No tenemos el compromiso contundente de que eso se va a dar. Solamente nos dijo que va intentarlo, pero que no depende de ella la decisión de que las otras carteras se abran a diseñar esta mesa de trabajo. Entonces no nos podemos ir. Porque la situación nuestra es extrema. Nosotras hemos venido con mi hermana desde Chubut, denunciando un megaproyecto de represa que inundaría 11 mil hectáreas de bosque, que asesinaría para siempre el río Carrileufú y nuestra comunidad quedaría 70 metros bajo el agua. No hay tiempo. No podemos darnos el lujo de esperar la asunción del nuevo gobierno, la transición entre éste y el que venga. Porque las órdenes de desalojo ya están en muchas comunidades; las imputaciones de usurpación, las imputaciones penales por recuperaciones territoriales ya están obrando en la justicia. Se están librando detenciones. No hay tiempo porque nos están matando ahora. Entonces no podemos estar esperando y especulando que ojalá el que venga tenga buen corazón y pueda escucharnos. Porque tal vez ya no estemos ni para hablar. Por eso estamos acá. No es un capricho, acá no nos paga nadie. No nos paga ni la oposición, no nos pagan los rusos ni los yankis. Acá estamos de manera autogestiva y nos autodeterminamos. Lamentablemente estamos haciendo una gesta que en otros países de Indoamérica, con los pies enraizados en la tierra cobraría la simpatía y la adhesión de miles. Pero lo estamos haciendo en un país racista donde el cemento le ha tapado la sensibilidad de su corazón y la tierra. Por eso estamos acá con poca gente resistiendo, pero a esa poca gente la estamos viendo multiplicada en sus haceres, porque no ha parado de trabajar, de luchar junto a nosotras. Y queremos decirles que todo lo que ustedes hagan por nosotras lo están haciendo por la montaña, por los cerros, por la selva. Tenemos que despedir a las hermanas que ellas han decidido irse…”

Las hermanas han decidido irse porque tienen bocas que alimentar, porque no pueden estar tanto tiempo lejos de sus territorios como otros tantos varones –indígenas o no- que depositan en las mujeres el trabajo de la crianza y reproducen la dominación patriarcal que aleja a las hermanas indígenas de la lucha. Y otras compañeras se quedan, enriquecidas por la acción y la lucha de haber compartido, en el frio y en la lluvia, el calor de la seguridad de estar del lado de los bosques, de la selva y los ríos.

Al final de estas líneas la ocupación sigue por tiempo indeterminado y aceptan solidaridades: Necesitamos baños químicos, gazebos, sombrillas, pilotos, reposeras, cargadores portátiles de celulares, agua y alimentos para las hermanas que sostienen con dignidad y alegría este hecho histórico.

Naciones que están participando de la medida:

Nación Mapuche Lof Pillan Mahuiza, Chubut; Nación Mapuche-tehuelche Lof Newen Tuaiñ Inchin, Chubut;
Nación Mapuche Lof Cañio Cerro León, Chubut; Nación Qom barrio NanQom, Formosa; Nación Moqoit, Tostado; Nación Mbya Guaraní Mbokajyty, San Ignacio Misiones; Nación Tapiete, Tartagal, Salta; Nación QOM Rosario; Nación QOM Paraje El Canal, Chaco; Nación QOM, Saenz Peña, Chaco; Nación QOM, Nainec, Formosa.

 

Sembraron Terricidio. Cosecharon la Rebelión de Las Flores

Buenos Aires, 16 de octubre de 2019

 

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1 comentario

Susana Pariani 17 octubre, 2019 - 9:54 am

Gracias Manu! Gracias Huerquen por esa nota tan necesaria, tan dura y sensible. La difundo por que es urgente que llegue a más compañeros que sumen su solidaridad con las mujeres e lucha!!!

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